09/06/2018
"Mi vida fue una vida de fracasos en la lucha contra la corrupción, todos los casos previos al Lava Jato fracasaron", afirmó el fiscal federal de Brasil, Deltan Dallagnol en una conferencia organizada por el Ministerio de Justicia de la Nación en el marco del Programa Justicia 2020. "Yo decidí no desistir", agregó con entusiasmo el jefe del equipo fiscal a cargo de la operación de combate a la corrupción más importante de la historia brasileña. Según un estudio en Brasil, de 100 casos de corrupción, 97 quedan totalmente impunes.
Lo que siguió fue un encendido y vibrante relato en el que Dallagnol contó detalles del caso de sobornos que provocó un terremoto político en Brasil cuyos remezones se están sintiendo en el resto Latinoamérica, incluida la Argentina.
El fiscal destacó la importancia del intercambio y la colaboración internacional sobre investigaciones contra la corrupción. El Lava Jato corrompió gobiernos de 12 países y lavó dinero de esas coimas en 10 países diferentes de aquellos 12. Para avanzar con la investigación en este gigantesco rompecabezas fue necesario ir armando las piezas en 22 diferentes países alrededor del mundo. Esto muestra con claridad las características del lavado de dinero, un delito cada vez más profesional y más complejo. Este tipo de crimen se ve favorecido por una dolencia que padece América Latina, un tipo de corrupción específica: el capitalismo de amigos. Lo que se descubrió en Brasil también se reproduce en mayor o menor grado también en Argentina.